Conociendo a Dios – Parte 4

¿Cómo son aquellos que conocen a Dios? Ya vimos que son aquellos que (1) muestran pasión por las cosas de Dios, (2) piensan grandes cosas acerca de su Dios, y (3) son valientes y decididos por Dios. Aquellos que conocen a Dios también:

Viven en contentamiento con Dios – La mayor preocupación de los hombres es su presente y futuro. Tener problemas y situaciones difíciles hoy, y no saber lo que va a pasar mañana, nos pone ansiosos más que alguna otra cosa. Nos gusta tener control de nuestro destino, y cuando las circunstancias que nos rodean cambian el rumbo que habíamos trazado para nuestra vida, nos deprimimos y frustramos terriblemente. Sin embargo, los que conocen a Dios en verdad, han obtenido unos beneficios que les permiten vivir una vida en paz y despreocupación por el presente y el futuro. ¿Cómo ocurre esto? Los que han conocido a Dios:

  • Tienen paz con Dios – El hombre fue creado con una conciencia de lo bueno y lo malo y de la existencia de un Creador. Por causa de estar alejados de Dios, el hombre busca la manera de acallar su conciencia, negando la existencia del Creador y su soberanía sobre la vida de la humanidad. Las filosofias humanas buscan quitarnos la ansiedad de saber que no estamos en buenos términos con nuestro Creador. Los que conocen a Dios han sido reconciliados con él y ya no huyen más de su presencia.

“Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo… El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”
Romanos 5:1, 8:16

  • Tienen el cuido providencial de Dios – No importa que asunto se presente en la vida, sabemos por la Palabra de Dios que no somos presas del “destino” ni del azar. Cuando una costurera está comenzando el proceso de coser un hermoso traje, primero corta piezas de tela que de momento no parecen tener sentido ni belleza. El diseño final del vestido está en su mente, y poco a poco va haciéndose aparente mientras sigue cortando, midiendo y juntando cada pieza. Asimismo, nuestra vida, con todo lo que ella trae, es la obra maestra de un Dios soberano que va hilvanando (tejiendo) un hermoso tapiz que, desde la eternidad, es una obra maestra ya completada, pero que en nuestra limitada visión actual no hace mucho sentido. Sin embargo, hemos aprendido por la Palabra a confiar en aquél que es todo sabio y poderoso, y que siempre nos va a llevar a bien.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Romanos 8:28

  • Tienen seguridad eterna de parte de Dios – La ignorancia de lo que va a pasar cuando dejemos de existir en esta tierra, mantiene a los hombres en un profundo temor diario. La gente se aferra a la vida porque no tienen idea de destino alguno luego de que sus ojos se cierren para siempre. Sin embargo los que conocen a Dios, los que han recibido la verdad de Jesucristo en sus corazones y ahora viven para él, no tienen temor a la eternidad. Estos ya saben que hoy, ahora, y para siempre, sus asuntos con Dios están resueltos por causa del sacrificio de Jesucristo en la cruz del Calvario. Ya fueron comprados y están escondidos en las manos del Padre y en Cristo la Roca Eterna, y ya nada ni nadie los puede apartar de ese amor inmerecido.

“Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu… Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”
Romanos 8:1, 38-39

Acércate a Dios de todo corazón, pídele que se revele a tu vida tal cual él es, recíbelo sin condiciones, y él llenará tu existencia de paz, gozo, descanso, confianza y seguridad no importando lo que esté pasando a tu alrededor.

En Cristo,
Gadiel

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