Los cuatro tipos de corazón – El corazón endurecido

En nuestra última conversación, vimos la importancia que tiene la condición de nuestro corazón (nuestro pensamiento, afección y voluntad) para poder recibir y crecer en el conocimiento de Dios y la vida espiritual efectiva. Nuestra respuesta a la Palabra dice toneladas acerca de nuestra honestidad respecto a la ley de Dios, tanto así que Dios está dispuesto a “cerrar” nuestros oídos a Su voz para que “no nos convirtamos ni nos sanemos” si nuestra actitud hacia su Palabra es de indiferencia o hipocresía. Jesús habló acerca de la condición del corazón en la parábola del sembrador (Mateo 13:1-23), donde identifica al menos cuatro tipos de actitudes del corazón al responder al evangelio. La primera habla de un corazón duro e incrédulo que pierde la oportunidad de conocer a Dios por causa del pecado que domina su vida:

“Y he aquí el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron… Oíd, pues, vosotros, la palabra del sembrador: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino” (Mateo 13:3-4, 18-19)

El “camino” en el campo no es terreno listo para la siembra, porque el frecuente paso de la gente por él va compactando el terreno haciéndolo cada vez mas duro e impenetrable. Asimismo, hay gente que tiene el corazón endurecido por causa del pecado en su vida. Son personas que practican el pecado y sus conciencias no los acusan de su maldad, quienes han perdido todo vestigio del llamado de Dios al arrepentimiento en sus vidas. Definitivamente estamos hablando de gente muy mala (ladrones, homicidas, violadores, etc.) pero no nos engañemos; aún la gente “moral, ética, modelos de sociedad” (de acuerdo a los estándares humanos) caen dentro de esta categoría. Un “corazón duro” no habla de gente perversa (aunque no los excluye) sino de gente que no interesan tener una relación con Dios. Ellos entienden que pueden manejar sus vidas capazmente y no necesitan de nadie (y menos de Dios) para que les diga lo que tienen que hacer. Dios (¡si acaso!) es solamente un punto mas en su agenda semanal, con el cual “cumplen el domingo” y luego olvidan. Son gente que han probado “no tener en cuenta a Dios” como escribe el apóstol Pablo en su carta a los Romanos.

Cada vez que le hablamos a un amigo o a un familiar acerca de la verdad de Jesucristo, pero vemos que su respuesta ni siquiera se acerca a un diminuto interés por lo que estamos compartiendo, sabemos que estamos frente a un corazón incrédulo. ¿Cuántos hemos dado testimonio de nuestra fe a otro y luego de concluir nos parece que hemos estado hablando con una pared? Exactamente de eso se trata; su corazón es como una muralla que no permite el paso de la Palabra, y el cual está cautivo por el enemigo, el diablo, que los quiere retener en su potestad.

¿Qué debemos hacer al respecto? Como iglesia que conoce el proceso de salvación de Dios (que la salvación de los hombres proviene enteramente de él, solo por Su gracia), sabemos que debemos continuar hablando la Palabra del evangelio a tiempo y fuera de tiempo, y también debemos continuar orando intensamente por la conversión de todo aquel al cual le testificamos. Dios y solo Dios, a través de su Espíritu, es capaz de penetrar el terreno más duro y de derribar la muralla más alta que se levanta en contra de su verdad. Así que, no nos cansemos de evangelizar de todo corazón y con todo fervor, que Dios a su tiempo hará su obra a favor de los escogidos para su salvación.

En Cristo,
Gadiel

P.D.
  1. Esta semana hicimos el lanzamiento de nuestra primera producción discográfica del grupo de adoración de la iglesia: Adoración del Centro. El proyecto se titula “Más que Suficiente”, también canción tema de la producción, y que estará prontamente disponible en las librerías cristianas de Puerto Rico y a través de varios “outlets” de música digital en Internet. Pendientes a los eventos que pronto seguirán este lanzamiento, el cual fue realizado solo para la gloria de Dios, quién nos salvó y redimió para él, a través del sacrificio perfecto de su amado hijo Jesucristo. A él sea toda la gloria, la alabanza y el honor.
  2. Continúo actualizando los listados de libros recomendados para lectura. Reconozco que no muchos pueden leer inglés fluidamente, pero muchos de esos escritores ya han sido traducidos al español (John Piper, John MacArthur, R.C. Sproul, Martin Lloyd Jones, John Stott, C.S. Lewis, C.J. Mahaney, Jerry Bridges, Timothy Keller, A.W. Pink, A.W. Tozer, J.I. Packer, entre otros). Les recomiendo que busquen buena literatura cristiana que les ayude a crecer en el Señor. Sobre todo, no sigan comprando libros cristianos de “auto-ayuda” que continúan poniendo el foco de nuestra atención en nosotros mismos y no en Dios. Busquen libros que los reten a aprender y entender la doctrina bíblica, pues en la Palabra es claro que el conocimiento de Cristo y su cruz es lo que nos salva.

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